Cómo elegir una gema

Aproximadamente existen en la actualidad 200 gemas diferentes en el planeta, incluidas las variedades preciosas y semipreciosas, y todas tienen características distintas.

Color

El color de una gema es la característica más memorable y determinante y, para muchos, es el factor más importante a la hora de elegir una gema. Por lo general, cuanto más saturado es el color de una gema, más valiosa es la piedra. Para la mayoría de las personas, comprar gemas no es simplemente elegir la más “valiosa” sino elegir una piedra que tenga un color que les encante.

talla

La talla de una gema se refiere a las facetas, las proporciones y, a menudo, a la forma de la misma. Las gemas son talladas de manera tal que se exhiba o realce su color, destello y brillo.

Claridad

La pureza de una gema se refiere a la cantidad de inclusiones que presenta una piedra. Las inclusiones pueden ser burbujas de gas, fracturas y cristales que se funden con la piedra a medida que se forma. Casi todas las gemas las tienen. Por lo general, las gemas con menos cantidad de inclusiones son más valiosas, pero en muchos casos, una cantidad moderada de inclusiones contribuye al atractivo de una piedra y no afecta su belleza.

tamaño

El tamaño de una gema por lo general se mide en milímetros de diámetro, lo que le da una representación más precisa de su tamaño. Estas dimensiones muestran cuánto se ve de la piedra en su engarce. Proporcionamos las medidas de todas nuestras gemas brillantes para ayudarlo a imaginar con exactitud cómo se verá en el engarce elegido.

mejoras

Las mejoras son diferentes técnicas, que incluyen infusiones y tratamientos con calor, que mejoran la apariencia, el valor y, en algunos casos, la durabilidad de una gema. Pero los tratamientos no implican que una gema sea menos valiosa o menos real. De hecho, la mayoría de las gemas de color que están actualmente en el mercado han sido mejoradas; las gemas de color que no han sido sometidas a tratamientos son muy poco frecuentes.

El diamante es un mineral natural, el más duro (resistencia a la rayadura) de la Tierra. Para poder pulir o tallar un diamante se tiene que utilizar otro diamante, y mantienen muy bien su pulido. Los cuatro criterios de calidad más conocidos para valorar un diamante son las llamadas popularmente “4C”, siglas en inglés de Carat (Peso), Colour (Color), Clarity (Pureza) y Cut (Talla o Corte). 

1. El corte

La talla es el elemento que permite revelar el brillo del diamante. Es el único criterio entre las 4C que depende del “savoir faire” humano. El corte o tallado hace referencia a las proporciones de la piedra. Un diamante brilla y resplandece en función de su talla. Si sus proporciones no son las adecuadas, brillará menos porque la luz en su interior no se reflejará adecuadamente.

2. El color

El color es una de las características más importantes de un diamante: cuanto más blanco (transparente), más bonito, escaso y valioso. Para determinar la claridad o transparencia de un diamante existe una escala de colores que divide los grados de color desde la D a la Z. Escala establecida por el GIA (Gemological Institute of America) admitida internacionalmente.

El color D corresponde al más transparente o blanco y el color Z corresponde al amarillo o marrón de peor calidad. A medida que se desplaza de D a Z en la escala normal de color, se indica un creciente nivel de tonos amarillos y/o marrones.

3. CLARIDAD

La Claridad hace referencia a las diminutas imperfecciones naturales presentes en todos los diamantes, excepto en los más finos. Estas imperfecciones, llamadas inclusiones, pueden ser una nube, una fractura, un diamante dentro de otro más grande, líquido, etc. Los criterios se evalúan por una observación de la corona del diamante y de la siguiente tabla.

5) Included 1 o Imperfecto

Grado 1: Inclusión que resulta visible a simple vista.
Grado 2: Numerosas inclusiones claramente visibles a simple vista que también disminuyen el brillo.
Grado 3: Numerosas inclusiones claramente visibles a simple vista que disminuyen el brillo y comprometen la estructura del diamante, haciendo que pueda agrietarse o romperse más fácilmente.

4. QUILATAJE (CARAT)

El “Carat” (peso) es la unidad de medida de los diamantes. El peso de un diamante se mide en quilates, cuya abreviatura es ct. El quilate métrico, aprobado en 1907, corresponde a 0.20 gr.

El origen de la palabra “quilate” provendría de la antigua tradición india de pesar los diamantes con granos de algarrobos (“kuara”), aparentemente muy homogéneos en cuanto a su peso. Posteriormente, los griegos adoptaron esta medida y a ellos se debe el vocablo ceration (cuatro granos) que los árabes retomaron en la forma qirat. También se usa como medida de peso del diamante el “punto”. Un punto equivale a 1/100 de quilate. Así se habla de “50 puntos” para referirse a medio quilate.

Los diamantes se comercializan a precio por quilate. Este precio varía exponencialmente con el peso de la gema. Es fácil comprender por qué son más caros los diamantes a medida que aumenta su tamaño: la naturaleza proporciona muchas menos piedras grandes. Por ejemplo un diamante de 1.5 quilates es tres veces el peso de un diamante de 0.5 quilates, pero su precio puede ser entre cinco y siete veces superior.

Esto quiere decir que con las joyas expresas tu manera de ser y por lo tanto te sentirás bien llevando aquello que concuerda con tus pensamientos y tu manera de ver el mundo… lo estoy haciendo demasiado complicado?

¿Adoras los animales y la naturaleza?

Nada mejor para ti que expresar lo que piensas con joyas temáticas: bellos colgantes, aretes y anillos con diseños de flores, arboles y animales ¡Es lo ideal para ti!

Encontrarás muy de tendencia los varios diseños del árbol de la vida como así también diferentes diseños con animales, desde gatos y perritos hasta elefantes, tigres y serpientes.

Busca lo tuyo, porque verás que te sentirás perfectamente en sintonía con una joya según tu caracter.

¿Eres el sol que ilumina la fiesta?

Eres extrovertida, te gusta la diversión y consideras que se debe afrontar la vida con energía positiva, pues lo tuyo es el multicolor!

Anillos eternity con gemas de todos los colores, colgantes divertidos que combinan gemas brillantes con superficies esmaltadas y aretes con gemas de colores intensos: rojo, amarillo, azul, verde que iluminan tu rostro junto a tu sonrisa. Te sentirás divinamente, porque – no lo olvides – las joyas hablan por ti!

¿Discreción y elegancia sin tiempo?

Pues ha llegado el momento de joyería pra mujer elegante como las perlas y joyas de oro blanco con diamantes. El clásico que no tiene ocaso.

Durante el día, puedes optar por joyas clásicas. Estas joyas están hechas en plata con perlas de agua dulce. Además, tienen zircones o topacios blancos. Estas joyas son ideales para ir a la oficina o para un encuentro con una amiga.

De esta manera sigues fiel al diseño que te representa aunque lo que llevas no es para nada exorbitante y es igualmente una joya según tu forma de ser.

¿Qué es un anillo solitario?

Un anillo solitario es un anillo de compromiso clásico con un único diamante, normalmente uno brillante redondo. Ya en el siglo XIX, las mujeres recibían anillos solitarios clásicos por su compromiso.

No solo existe el anillo solitario. En el mundo de la joyería, en la jerga orfebre se denomina «solitario» a cualquier alhaja que contiene una sola piedra preciosa importante. Un broche o un brazalete pueden ser «solitarios», cuando llevan una sola gema de dimensiones y talla importante. Sin duda, la pieza en solitario más conocida es el anillo. ¿Cómo es esto?

Pues porque se ha llamado por extensión «solitario» al anillo de compromiso, pero es importante aclarar que un anillo de compromiso puede ser un «solitario» y que no todos los «solitarios» son anillos de compromiso. Pero vamos por partes:

¿Qué es un anillo solitario?

Se trata de un anillo de metal precioso, oro o plata, el cual lleva engastada una piedra preciosa de una cierta visibilidad. ¿Y por qué se llama solitario? Pues porque lleva una «gema en solitario», o sea una única gema. O sea que el nombre no depende del tipo de gema, sino del número, es decir solo una. Esto implica que hay solitarios de todas las gemas posibles.